viernes, 29 de marzo de 2019

Esther Teijeiro: Pionera de la viticultura ecológica


Los precedentes del primer vino ecológico de Galicia. Esther Teijeiro se convirtió en pionera de la viticultura biológica tras comprobar el alarmante empobrecimiento de los terrenos por el uso continuado de herbicidas
El experto en edafología Claude Bourguignon comenzó a divulgar las técnicas de agricultura biológica entre los bodegueros de Borgoña al constatar un hecho inquietante: la actividad microbiana en el suelo de algunas viñas de la prestigiosa región francesa era menor que en el desierto del Sáhara.

Sin necesidad de estudios ni de análisis, Esther Teijeiro, la primera elaboradora de vino ecológico de Galicia, llegó hace años a la misma conclusión en sus viñas de Mourelos.

«Vin que a terra se quedaba desértica. Algo lle notei que non me pareceu normal e díxenlle adeus aos herbicidas», explica la bodeguera chantadina, que cultiva la ribera del Miño en la margen de O Saviñao.

Las consecuencias de la contaminación de los terrenos por el uso abusivo de herbicidas y tratamientos fitosanitarios no se terminan en el viñedo. Detrás de los problemas de fermentación cada vez más frecuentes, por citar sólo un aspecto relacionado con la calidad de los vinos, están las prácticas poco respetuosas con el medio y la salud.

Cuando tomó la decisión de renunciar a los herbicidas, Esther Teijero no pensaba todavía en el distintivo biológico, pero tenía muy claro el concepto de seguridad alimentaria. La idea, recuerda, «era deixar medrar a herba e o que saíse da viña que fose bo. Logo vimos a posibilidade de facelo ecolóxico e tamén prescindimos dos tratamentos sistémicos».

La gran diferencia de los vinos ecológicos con respecto a los convencionales radica en las prácticas vitícolas. Si en la bodega es suficiente con aplicar unos niveles de sulfuroso ligeramente inferiores, en la viña hay que descartar todos los productos curativos que absorbe la planta (sistémicos y penetrantes) para superar los análisis periódicos que realizan los técnicos del consejo regulador.
Vuelta al pasado.

Fundamentalmente, la viticultura ecológica consiste en una vuelta a las prácticas más tradicionales: cava y desbroce a la hora de eliminar las malas hierbas, y caldo bordolés y azufre para prevenir las enfermedades mediante la protección externa de la planta.

Incluso con los tratamientos autorizados, existen unos niveles máximos por hectárea que si se superan implican la descalificación de la finca. «Na Ribeira Sacra, os socalcos favorecen a retención de sustancias no solo, pero non é ningún problema aplicando somentes os tratamentos que fan falta», explica un técnico de Agricultura Ecolóxica.


DIEGO DE LEMOS: BLANCO Y TINTO


El vino ecológico de Esther se comercializa con el nombre de Diego de Lemos, y tiene, además de la etiqueta de Agricultura Ecolóxica de Galicia, la de la denominación de origen Ribeira Sacra.






jueves, 28 de marzo de 2019

Entrevista a Esther Teijeiro Lemos


Esther Teixeiro Lemos tiene una apariencia delicada y cuando se habla con ella, nunca eleva la voz, pero no se fíen de las apariencias porque esta mujer, que disfruta de unos 76 años muy bien llevados, tiene una voluntad de hierro. Pionera de la viticultura biológica, Esther ha triunfado con sus vinos ecológicos cuando nadie daba un duro por volver al cultivo tradicional.
“En Galicia en el año 2000 lo ecológico aún sonaba a chino”

¿Fue difícil convencer a su familia de que apostase por el vino ecológico?
Al principio lo de vino ecológico les sonaba muy raro a todo el mundo, qué es eso, me preguntaban, no me entendían y no tenían claro qué era la viticultura biológica. También es cierto que yo entendía poco más que ellos pero me daba cuenta que antes todo era ecológico, todo se cultivaba de forma natural, no había insecticidas, no había sistémicos, no había herbicidas y las cosas tenían su propio sabor. Cuando me decidí a hacerlo, investigué y pregunté todo lo que se me ocurría, y hasta hoy

Que usted fuera mujer, imagino que no ayudó.
Llamaba mucho la atención, la verdad. A veces incluso he tenido que oír eso de “ahora las mujeres hasta ponen pantalones…” Pero, sabe,  a las mujeres no nos queda más remedio que  ponernos los pantalones cuando queremos emprender algo. Los hombres en aquel momento no estaban acostumbrados y les chocaba. Necesité bastante tiempo para que vieran que lo que quería era rentable y tenía futuro.

¿Y su marido qué le decía? 
No le parecía bien. Incluso un día, un cliente suyo estaba hablando conmigo, intentando convencerme de que me estaba engañando, que no iba a conseguir nada,  y mi marido, que le estaba escuchando, me decía: ves, ¿por qué no le haces caso?. Yo lo tenía claro y les respondía que a lo mejor el primer año no conseguíamos nada, pero los siguientes sí. El otro camino no me gustaba. Al final, el primer año cogimos casi tanta uva como cuando hacíamos el vino normal, y ahora mismo ya están convencidos de que fue un acierto apostar por lo ecológico. Hacer un vino como este da más trabajo, pero  lo merece.

Su bodega de piedra restaurada en Pincelo, con la parte trasera excavada en la roca, es fiel al modelo de bodega tradicional de Chantada. Ha sido ahí donde alumbró sus Diego de Lemos, de los primeros vinos ecológicos gallegos, elaborados con uvas de las variedades mencía para el tinto, y godello y treixadura, para el blanco. A Esther Teijeiro llegar  hasta aquí no le ha resultado fácil pero, asegura, el reconocimiento de ahora compensa todo el esfuerzo. Sus premios más recientes los recogió el pasado mes de marzo, en la Cata Oficial  XXXI  Feria del Vino de Chantada, donde se hizo con el primer galardón en tintos, el tercero en blancos y la máxima distinción en vinos en barrica. Todo un ejemplo de emprendedora

¿Cómo fue esa primera cosecha?
Estaba muy orgullosa, aunque a veces, no le voy a mentir,  llegaba a desesperarme. Le contaba a la gente que nuestro vino era ecológico y que por eso costaba  un poquito más que otros y no lo entendían, me decían que seguro que algo le echaba aunque dijera que no. Yo lo tenía claro, siempre les decía  que si no me creían, que le preguntaran al Consello Regulador, que podía certificarlo. Pero bueno, estamos hablando del año 2000 y en ese tiempo en Galicia lo ecológico aún sonaba a chino.
Ahora, afortunadamente, han cambiado mucho las cosas, la gente ya está más concienciada, y creo que cada vez hay mayor interés por lo ecológico, no sólo por el vino.

Entiendo que ahora su marido estará orgulloso de tener una mujer tan emprendedora
Pues sí, ahora está más que orgulloso. Recientemente nos han dado otro premio, éste por la cosecha de 2011, y está encantado. La verdad es que nos metimos en esto,  no por los premios ni por el reconocimiento, que también gustan, sino por el orgullo de hacer algo bien hecho, algo de calidad. Hay vinos a los que les ponen tantas cosas artificiales encima que dan miedo. Eso no puede ser.

¿Qué diferencias se puede encontrar la gente entre un vino tradicional y otro ecológico?
El vino ecológico tiene un sabor peculiar, el que le da la tierra en la que se cultiva, ese sabor no se modifica en absoluto. Hace unos años, casi todos los vinos sabían igual porque el compuesto que iba a la tierra era el mismo, y la tierra estaba comiendo eso, sabía a ese abono. También es verdad que puede ser un vino malo aunque sea ecológico, porque no se deja madurar bien o por otras muchas cosas. Para que salga un buen caldo hay que estar muy encima y eso lleva mucho tiempo y dedicación.

¿Es muy dura la vida de una pequeña bodega?
Imagino que todas las bodegas, sean del tamaño que sean, tendrán sus problemas. Nosotros lavamos los tanques con lo que nos autoriza el Consello Regulador, hay que echarle siempre cosas naturales, debes de cumplir con una serie de pautas… No es fácil, es una vida muy sacrificada, hay que estar siempre pendiente de la uva.

¿Sus dos hijos han seguido sus pasos?
Sí, los dos se dedican a este mundo. Este año nos hemos decidido a crear una sociedad porque una tiene su edad y hay que ir preparando el negocio para las siguientes generaciones. A mi nieto Roberto también le encanta este mundo, es enólogo.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Esther Teijeiro: Una emprendedora entre viñas.

Una chantadina dirige la primera firma de vino y cerezas ecológicas de la Ribeira Sacra. 

El 22 de julio de 2005 Esther Teijeiro recibió en Santiago el premio de la Xunta a la Muller Rural Emprendedora.

El jurado reconoció el mérito que supuso haber puesto en marcha una bodega de vino y una empresa de comercialización de cerezas con el sello, ambas, de la agricultura ecológica.

Trabajo duro.

Este premio significó mucho para esta mujer valiente y emprendedora. «Traballei moito pero non sabía que eso era un mérito», dice.

Cuando se hizo cargo de la bodega pensó que alguien tenía que dar el primer paso y se lanzó al proyecto del vino ecológico. Ahora recuerda que le llovieron las críticas. Incluso le dijeron que eso sería la ruina de las uvas, pero no desistió en luchar por lo que creía: 

«¿Se funciona noutros sitios, por que non me vai funcionar a min?».






domingo, 18 de noviembre de 2018

Entregados os premios de fomento da produción ecolóxica


O Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (C.R.A.E.GA.), convocou a primeira edición dos Premios de Fomento da Produción Ecolóxica 2007 que teñen como obxectivo recoñecelo esforzo e o traballo realizado en defensa da produción ecolóxica de todas aquelas persoas, institucións, producións ou empresas vencelladas ao sector ecolóxico.

O acto de entrega de premios tivo lugar o 12 de maio dentro das actividades da celebración do décimo aniversario do C.R.A.E.GA., no Hostal dos Reis Católicos en Santiago de Compostela.


Mención especial na categoría ao mellor productor de alimentos exolóxicos foi para Esther Teijeiro Lemos, de O Pincelo, Chantada.